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Yaginuma y Carroll recibirán sus premios, divididos al 50 % entre los dos, pero WSOP no reconoce un ganador «para preservar la integridad del juego». Es el mínimo castigo que reciben ambos por su aparente amaño.
Sin brazalete, pero con el dinero. Es la solución salomónica de la organización de las Series Mundiales de Póker. Se ha anunciado en un comunicado escueto, seguramente demasiado, porque deja muchas cosas sin explicar, aunque vi una entrevista con Leo Margets en la que apostaba por una solución parecida tras el caso de supuesto amaño en el duelo final del Millionaire Maker. Que los millones no se queden sin fabricar.
El texto dice lo siguiente: «Se ha completado la investigación sobre el Evento 53 de las WSOP. Hemos concluido que, para preservar la integridad del juego y cumplir con nuestras Reglas oficiales del Torneo WSOP, no se reconocerá a ningún ganador ni se entregará ningún brazalete en el torneo de este año. El premio restante se dividirá entre los dos últimos jugadores.
Como se explicaba en la noticia sobre el conflicto, la victoria de Jesse Yaginuma en el mano a mano final contra James Carroll estaba bajo sospecha, por lo mal que gestionó el segundo su enorme ventaja de fichas. Cualquier observador podía pensar que estaba regalando sus fichas a propósito. Lo peor de todo es que tenía un motivo: su rival tenía un bono de WPT que le daba un millón extra si ganaba el torneo. Dicho premio desequilibraba la estructura del Millonaire Maker, ya que propiciaba posible acuerdos entre los dos finalistas para repartirse una cantidad mayor.
Reflexiones sobre el escándalo
Aquí entran en juego varias consideraciones:
- Los jugadores no perjudicaron a terceros. Ya eran los dos finalistas y al resto le daba igual quién ganara.
- Es feo ver cualquier tipo de arreglo entre jugadores y que hagan un teatrillo con sus jugadas. Que un jugador pierda a propósito va contra cualquier espíritu de competición.
- Los pactos entre jugadores son el pan nuestro de cada día en el póker. Alguna vez he escrito contra esta costumbre, pero sé que ahí nado contra la corriente de la mayoría.
- Si a las WSOP les preocupa su integridad, la han defendido muy poco. Consideran que se hizo algo irregular y se niegan a entregar el brazalete y a proclamar un ganador, pero mantienen sus premios y se lavan las manos sobre su reparto.
- Muchos quieren que el póker sea un deporte. Con arreglos así no se pavimenta el camino. Esto es peor que el reparto del título de campeón mundial entre Carlsen y Nepo. Al menos, ninguno se dejó ganar.
- Creo que WSOP temía no poder demostrar el arreglo, aunque estuviera seguro de que se produjo. Las consecuencias legales pesaron a la hora de adoptar un minicastigo que no soliviantara a nadie.
Yaginuma no pierde el bono
Por otro lado, cabría pensar que con su decisión, WSOP pretendía que Yaginuma no recibiera su bono extra de un millón de dólares, pero según informan en Pokernews, el estadounidense ya ha recibido el cheque. De hecho, es el segundo ganador de la promoción que la materializa con una victoria en las Series Mundiales. También lo logró Michael Lavin, al ganar el evento número 20 (1500$ No-Limit Hold’em Shootout). Los 267.373 dólares del primer premio se convirtieron así en 1.267.373. Buen truco de magia.
Me encantaría saber qué opinas sobre esta polémica, cerrada un poco en falso.
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