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El número uno gana la final del Speed Chess con una ventaja histórica (23,5 a 7,5), superando los 15 puntos con que venció Nakamura a Wesley So en 2021
Alguien recordaba ayer una vieja frase de Mike Tyson: «Todo el mundo tiene un plan hasta que le dan un puñetazo en la boca». Magnus Carlsen llegó a posar como boxeador para una marca de ropa. Se adjunta prueba…
En la final del Speed Chess celebrada en París, el noruego golpeó primero y, sobre todo, golpeó muchas más veces. Tuvo grogui a Alireza Firouzja, quien habría agradecido que alguien arrojara la toalla para detener la paliza. Al final, Magnus ganó por 23,5 a 7,5, con 16 puntos de ventaja. Superaba así el récord en una final del torneo de Chess.com, que hasta ahora estaba en poder de Hikaru Nakamura, cuando ganó a Wesley So por 23 a 8 en 2001. El dato, seamos justos, lo apuntaba Tarjei J. Svensen.
Firouzja, que jugaba en casa y llegaba casi como favorito tras aplastar precisamente a Nakamura en la semifinal. Después del repaso sufrido, con la moral por los suelos, declaró que empezó bien, «jugando de forma bastante decente», hasta que colapsó. Pese a la decepción, trataba de ser positivo, con una actitud elogiable: «Estoy muy feliz de que haya alguien como Magnus que pueda vencerme así, porque, es raro decirlo, pero podría ser un poco deprimente si a esta edad ya pudiera ganar todas las partidas… Esto me motiva mucho a mejorar más».
Carlsen se sentía todavía como en una nube, por más veces que haya volado sobre ellas: «Por días como hoy es por lo que juego ahora mismo. Ningún día va a ser perfecto y tampoco creo que puedas buscar eso, pero estoy muy contento con mi rendimiento y con el hecho de que logré poner una puntuación muy buena contra uno de los mejores jugadores del mundo, porque sé que soy capaz de hacerlo».
«Por supuesto, él no jugó lo mejor posible, pero aún así», concedió Magnus. «Lo que más me alegra de mi actuación es que estaba pensando mucho más claro con poco tiempo. Esa suele ser la señal más clara de que tengo un buen día. Otras veces solo intento adivinar las jugadas cuando hay poco tiempo. Alireza suele ser mucho mejor que yo en esas situaciones, pero sentí que hoy me mantenía firme y por eso gané muchos puntos que normalmente podrían haber ido al otro lado».
¿Fue para tanto? Sin rodeos: sí. Solo una pega. Después de las dos grandes entrevistas que nos regalaron ayer con el tercer y el cuarto clasificado, al primero y al segundo no los quisieron exprimir más y nos tuvimos que conformar con una breve charla, como si fueran futbolistas.
Desarrollo del duelo entre Carlsen y Firouzja
En el primer bloque de partidas, de 5 minutos (más un segundo de incremento por jugada), Magnus empezó ganando, después de unas tablas de tanteo para desentumecer las neuronas. Luego, Alireza remontó con dos partidas fabulosas, incluida una india de rey complejísima, y se puso por delante por primera y última vez.
En lugar de hundirse, Carlsen reaccionó como los campeones. Retocó su enfoque contra la india de rey, sin permitirle tantas alegrías al negro, y empezó a jugar como los dioses. Ganó cuatro partidas seguidas, un golpe difícil de encajar. Las partidas de 5+1 terminaron justo con esa ventaja de tres puntos, con la esperanza para el francés de llegar vivo a las de 1+1, donde su potencial parecía superior. En las posiciones más caóticas, y en las partidas de un minuto casi siempre llevan a eso, era donde mejor se defendía.
Y no es que Carlsen sea inferior a nadie en el lado táctico. De hecho, podemos ver la coz con la que decidió la última de sus cuatro victorias consecutivas. El diagrama es elocuente:
En el bloque de partidas 3+1, las cosas no fueron mejor para Alireza Firouzja, aunque al menos resistió en un final de esos que parece que no hay que estudiar porque no ocurren nunca. Con dos caballos contra peón, Magnus no atinó con la victoria. Llegó a tener mate en 16, pero con el incremento de un segundo ni siquiera él fue capaz de ver la secuencia.
Eso sí, en la segunda partida machacó con blancas y aumentó su ventaja a 4 puntos, con un 99,4% de precisión, insoportable para cualquier ser humano. El resto fue un paseo. «Paliza, la verdad, hay que decirlo sin paliativos», comentaba David Martínez. «Está pasando ahora mismo por encima de Alireza Firouzja».
Carlsen llegó a colocar un parcial de 9-1, que se parece al número de emergencias en Estados Unidos. Ahí llegó una victoria más de Firouzja, que pudieron ser dos si no tira por la borda su ventaja en la siguiente. La misión era imposible, pero con un 12-5 ya no había nada que hacer. Se llegó al último descanso con 9 puntos de diferencia, que se dispararon a 16 en las partidas bala.
¿Qué hizo mal Alireza Firoouzja? Aparte de no gestionar del todo bien el reloj, simplemente se equivocó de día para enfrentarse a Carlsen, que llegó con ganas de cerrarle la boca a Niemann (lo hizo con doble puntada) y luego con el deseo de seguir sabiéndose el mejor del mundo, porque ya no está claro cuántos años más seguirá en la cima.
Todas las partidas se pueden ver en este enlace.
Antes de marcharte, te quiero pedir un favor