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El campeón del mundo nos vuelve a dejar una imagen desoladora tras su derrota en la última partida de la Copa Sinquefield. Crece la preocupación por su estado a tres meses del Mundial
Alireza Firouzja ganó al final en San Luis de forma merecida y Fabiano Caruana remachó su segundo puesto. El bronce en la Copa Sinquefield fue para para Maxime Vachier-Lagrave, quien derrotó en la última ronda a Ding Liren. El campeón del mundo es quien nos preocupa hoy. Acabó destrozado y volvió a ofrecer imágenes muy duras para cualquiera que lo aprecie. El gran maestro chino sigue roto y deprimido, incapaz de ganar en ajedrez clásico desde que logró la corona en abril del año pasado, aunque él mismo desveló que hace poco terminó primero en un torneo de entrenamiento en su país, que podríamos clasificar como secreto.
En junio hablábamos por aquí de la preocupación general que despierta Ding entre sus colegas, después de dejarse dar un sencillo mate en dos contra su antecesor. El primer campeón del mundo d. C. (después de Carlsen) había empezado el año tranquilizando a sus seguidores. Su actitud parece la adecuada, pero los síntomas persisten y el tiempo se agota antes de su próxima gran cita para defender la corona, dentro de menos de tres meses. Se jugará en Singapur a partir del 20 de noviembre.
En San Luis, Ding parecía buscar tablas terapéuticas un día tras otro. Mi opinión es que habría sido preferible acelerar un poco e intentar también ganar alguna vez o, como mínimo, apurar sus posibilidades con luchas más prolongadas. Todo se ve más fácil desde fuera; él sabe que antes necesita recobrar la confianza. Logró empatar las seis primeras rondas, con la colaboración de sus poco combativos rivales, pero luego llegaron sus dos derrotas en las tres últimas partidas, contra los dos (desalmados) franceses, Firouzja y Vachier-Lagrave.
Entrevista con Karlovich
Si lo escuchas hablar, Ding Liren parece un hombre hundido. El único consuelo es que cuando estaba bien, o cuando ganaba, no parecía mucho más animado. El chino es un hombre muy culto y un ajedrecista exquisito, pero nunca será el rey de la fiesta. Antes de jugar la Sinquefield Cup ofreció una entrevista a Anastasiya Karlovich en la que no encadena nunca demasiadas palabras seguidas, pero en la que llega a sonreír mientras trata de animarse a sí mismo. Vista en la pequeña retrospectiva de unos pocos días, la imagen es angustiosa. Es imposible ver en ella a un futuro campeón del mundo. La entrevista se puede ver en este enlace, a partir del minuto 3:31:25.
En la conversación con Karlovich, Ding Liren recuerda con nostalgia su victoria en la Copa Sinquefield de 2019, por delante de Carlsen, «una experiencia increíble». También confiesa que no espera repetir el éxito, pero que trataría de quedar «entre los cinco primeros». Al final, acabó empatado con Ian Nepomniachtchi en octava posición, solo por delante de Anish Giri.
«¿Sientes que es más fácil para ti jugar sin esa presión extra sobre tus hombros?», le preguntan. «Tal vez sea un poco más fácil, pero el ajedrez clásico siempre es presión, depresión». Lo dice sin elevar el tono, como siempre, pero sus haikus están llenos de significado.
Ding Liren también habla sobre Gukesh, su rival en el Campeonato del Mundo: «No está teniendo sus mejores días en los torneos rápidos y relámpago, pero se mantiene firme en el ajedrez clásico y ahora está calificado más alto que yo, entre los diez mejores del mundo. Así que tiene un futuro brillante por delante». Cuando le recuerdan que su marcador personal contra el indio es favorable, Ding no tarda en quitarle relevancia al dato: «Antes del duelo entre Nepo y Carlsen, Nepo también tenía una puntuación positiva contra Carlsen, pero al final ganó Magnus».
Después, Ding desvela algún pequeño dato sobre su preparación para el Campeonato del Mundo: «Empecé a jugar algunas partidas de entrenamiento con mi segundo. Además, el equipo chino organizó un torneo de entrenamiento en Hangzhou los últimos días y terminé en primer lugar». «Estuvo bien. Las partidas no se han publicado». ¿Veremos a Richard Rapport como uno de los segundos de tu equipo? «Lo contaré cuándo se acerque el torneo», responde Ding, que no se atreve a repetir el tópico, porque la frase no va nada con su estilo: «Si te lo dijera, tendría que matarte».
Antes de marcharte, te quiero pedir un favor