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El presidente de la Federación de Mongolia llega a la última fila de la política de su país y se convierte en presidente. No tiene Elo oficial, pero juega con frecuencia en la plataforma de la FIDE, donde tiene el título de MI.
Mongolia pilla lejos y la elección de Gombojav Zandanshatar como presidente no ha levantado pasiones en los medios españoles. Menos aún han destacado su inusual recorrido. Ajedrecista aficionado y presidente de la Federación de Ajedrez de Mongolia, rige desde hace una semana el destino de su país. Después de su nombramiento ha seguido jugando por internet. Eso es afición.
Nos gusta que los ajedrecistas lleguen lejos en otros ámbitos. Capablanca fue agregado cultural de la embajada cubana en Moscú, un cargo que le permitió entregarse al juego sin preocupaciones. Petrosian fue diputado, como Karpov, mientras que Kasparov aspiró sin éxito a derrocar a Putin. Luego tuvo que salir por piernas de Rusia, cuando comprobó que las leyes de la política no son tan ecuánimes como las del tablero.

Uno de los casos más destacados es el de la maestra internacional femenina Dana Reizniece-Ozola, que ha sido ministra de Economía (2014–2016) y ministra de Finanzas (2016–2019) de Letonia. En la actualidad, es directora general de la FIDE y es un gran ejemplo para el ajedrez y para la política.
Quizá el ejemplo más parecido al de Gombojav Zandanshatar sea el de Kirsan Ilyumzhinov, quien fuera presidente de la república de Kalmukia (1993–2010) y de la FIDE (1995–2018), dos mandatos que se solaparon durante un lustro. Sus ideas eran algo más excéntricas, pero ahí está su inusualtrayectoria. Su sucesor, Arkady Dvorkovich, también fue viceprimer ministro de Rusia, un cargo que siguen señalando con desconfianza sus críticos.
El pensamiento estratégico de Zandanshatar
Ignoro si Zandanshatar, que tiene 54 años, será un buen o un mal presidente. La revista ‘Time’ destaca que se formó en Rusia y que habla el ruso de forma fluida y que tiene experiencia como banquero y ministro de Asuntos Externos, además de como jugador.

También fue presidente del Parlamento mongol, donde se crio fama de promover la educación cívica y la reforma constitucional. Su liderazgo en la Federación de Ajedrez de Mongolia es citado como «un reflejo de su énfasis en el pensamiento estratégico y el orgullo nacional».

Por su parte, la FIDE recuerda que ha trabajado en los campos de la investigación académica, la economía y los asuntos exteriores, así como a nivel legislativo y ejecutivo estatal desde 1992. Dvorkovich lo felicita por su nombramiento: «Su ascenso a la oficina ejecutiva más alta de Mongolia llega en un momento en que su visión, experiencia y sabiduría política son más necesarias», declaró el dirigente ruso, que también destacó que Gombojav ha sido un firme defensor del crecimiento y la promoción del ajedrez, como deporte competitivo y como herramienta educativa.
«Bajo su liderazgo, Mongolia ha hecho un progreso notable en el desarrollo de su cultura de ajedrez y en el fomento de jóvenes talentos. La FIDE aprecia profundamente sus esfuerzos para integrar el ajedrez en los programas nacionales y la cooperación internacional. Estamos seguros de que su nuevo papel ofrecerá más oportunidades para avanzar en los valores del pensamiento estratégico, la educación y la colaboración internacional, principios que el ajedrez encarna y promueve a nivel mundial», añadió Dvorkovich.
Zandanshatar sustituye en el cargo a su compañero de partido Luvsannamsrain Oyun-Erdene, salpicado por escándalos económicos, exhibiciones impúdicas de riqueza por parte de su familia. Su propio partido lo dejó caer, llegado el momento. El papel de Putin también ha sido relevante, dada la dependencia de Mongolia en su relación desigual con Rusia.
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