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Recogida de firmas en favor del GM estadounidense Daniel Naroditsky, que compara al ruso con Torquemada. Nakamura habla de «ciberacoso»
Daniel Naroditsky es la última pieza de caza mayor de Vladimir Kramnik, quien ya sabemos que nunca acusa a nadie de hacer trampas; se limita a apuntar en la dirección en la que se debe investigar. (Léase la frase con la ironía que cada uno guarde en los bolsillos). En su cruzada contra el mal, el excampeón del mundo no siempre elige bien a sus enemigos, sin embargo. Hikaru Nakamura, uno de los más destacados, no se contiene a la hora de valorar su comportamiento: «¡Este tío es una vergüenza para el ajedrez!».
Es imposible seguir el ritmo de Kramnik. Él mismo califica todo el asunto como «circo», con el látigo en la mano. Intentaremos resumir aquí su intercambio de golpes con el GM estadounidense, que también ha dicho que a veces se siente «en un episodio de ‘Black Mirror’» del que espera despertar pronto. Además de sus discutidos análisis estadísticos, K –podría ser un personaje de Kafka– ha empezado a analizar el movimiento de los ojos de N en las partidas por internet. La pregunta clave es: ¿dónde mira un jugador cuando juega a través del ordenador? ¿Basta una desviación persistente para detectar a un tramposo? Interesante, cuando menos…
Mientras escribía este texto, y me arrepentía un poco de haberlo empezado, porque no tiene fin, descubrí que Kramnik había subido el primero de una serie de vídeos sobre Naroditsky. El c comienzo es un clásico: no lo acusa de hacer trampas… pero sí de mentir y manipular. «No acuso, solo hago preguntas», es el latiguillo favorito del ajedrecista del látigo. Se gana un poco mi corazón cuando emplea la palabra «mendacidad», que no escuchaba desde «La gata sobre el tejado de zinc», pero luego hace demasiadas jugadas dudosas. Una de las principales acusaciones de K es cuando asegura que N no pasó «el control antidopaje de la cámara», porque tenía un ordenador encendido en la misma habitación mientras jugaba durante una de sus retransmisiones.
«No lucho contra Naroditsky, lucho por el juego limpio en el ajedrez», proclama el ruso, que admite que justo en esa partida su enemigo no hizo trampas, pero no se traga la versión de que tenía una «intención educativa». «El punto más importante de toda esta historia es que, por supuesto, Daniel no necesitaba el módulo para hacer trampas en esa partida, es obvio. La clave es que a mí ni siquiera se me pasaría por la cabeza encender un ordenador durante una partida, porque está prohibido». Podríamos recordar aquí el día que Kramnik jugó con la cuenta de otro ajedrecista, que también está prohibido, pero es mejor que estas guerras las libren los titulados.
Para el ruso, hacer esto una vez es una señal evidente: «Según mis conclusiones muy lógicas, el módulo estaba encendido todo el tiempo», no solo en la partida educativa. La teoría de Kramnik es que si nuevo amiguito usa más de un ordenador. Con uno juega y con el otro entra en la partida con otra cuenta como espectador, para poder analizarla y contar así con una gran ayuda en directo.
Naroditsky contraataca
Por su parte, Naroditsky ofrece unas pocas explicaciones por escrito y la mayoría en otro vídeo con Greg Mustreader. En el primer caso afirma lo siguiente: «Confío en su afirmación de que sus ‘no-acusaciones’ no sean personales y le corresponderé intentando, en la medida de lo posible, mantener mi propia discusión sobre este tema lo más civilizada y específica posible. Mi respeto por él como jugador y por sus contribuciones al juego se deja claro muchas veces. No pretendo estar ni de lejos a su nivel en términos de juego o comprensión (supongo que en esto discrepo con el propio Vladimir), pero eso no hace que ninguna de sus insinuaciones sea más verdadera o menos absurda. Lo que es más importante, están equivocadas».
El vídeo posterior lo graba con Mustreader bajo los efectos del increíble caso Shevchenko, en el Campeonato de España por Equipos, que a Kramnik le ha dado gasolina para unos cuantos kilómetros. Naroditsky también admite que, dado que su Elo en internet es mucho más alto que en ajedrez clásico, entiende las sospechas iniciales de algunos por sus resultados en internet. Asimismo, cuenta qué hizo cuando Ian Nepomniachtchi insinuó que había hecho trampas después de perder contra él en un reciente Titled Tuesday, en Chess.com.
«Le escribí un mensaje cortés y él también respondió con cortesía. Lo tranquilicé sobre cada una de sus preocupaciones, una por una, mostrándole que la posición después del movimiento 20 se había alcanzado en una partida clásica que jugué hace un año contra Fabiano Caruana en el Campeonato de Estados Unidos, en la que gané».
Daniel empieza a molestarse cuando el dedo acusador de Kramnik toca algunas zonas sensibles. «Se vuelve personal cuando tu moralidad y tu moral muy básica se cuestionan constantemente. La tristeza ha sido la emoción predominante, porque Kramnik en realidad fue el primer superGM que conocí», desvela Daniel. Dentro foto:
«Le sorprendería ver que la razón por la que ignoro sus falsas ofertas de jugar un duelo [como el Clash of Claims], que por supuesto son ridículas, es porque no tengo nada que ocultar. Y puede publicar todas las estadísticas que quiera. Las miro con diversión». Lo que no le gusta tanto a Daniel Naroditsky es el efecto que tienen entre parte del público las palabras del Torquemada del ajedrez (la comparación es suya). Le molesta «cuando la gente hace juicios basados en alguien que actúa de mala fe y miente y afirma que soy un cobarde o me he incriminado a mí mismo porque no acepto un duelo con él por 50.000 dólares y si no gano por 40 puntos o lo que sea eso significa que soy un tramposo». «Que sea Vladimir Kramnik quien hace estas afirmaciones me deja boquiabierto. Me pone terriblemente triste», agrega.
Naroditsky reclama que él no es un tramposo y que ha hecho todo lo posible por demostrarlo. También da la razón a Kramnik en que las trampas son un problema existencial del ajedrez y lo reta a que vaya a su club en Charlotte para jugar contra él todas las partidas que quiera, al ritmo que desee, con las cámaras grabando. «Incluso iré a recogerlo al aeropuerto, aunque Topalov también ha estado en mi coche y quizá no quiera». Aquí le asesta un golpe bajo, pero no da detalles.
El americano critica asimismo el «baile verbal» de Kramnik, por sus insinuaciones que no acusan pero sí señalan, así como las ofertas retorcidas que hace (parecida a la que recibió Faustino Oro, por cierto): «Aceptaría los 50.000 dólares en cualquier circunstancia normal, pero desde mi punto de vista esta no es una oferta hecha de buena fe, porque él dice que debería ser fácil para mí vencerlo». «No tengo las palabras en inglés para describir esto, pero es una especie de caza de brujas de Salem. Esta es una Inquisición española aleatoria y espontánea», añade cada vez más enfadado contra un tipo que lo ha mostrado al mundo como un tramposo.
Sobre sus altibajos, Daniel asegura que solo juega para divertirse y apunta otro dato sobre los desvíos de su mirada: «Literalmente juego todo el día, partidas amistosas. Y no me importa mi Elo. Algunos días son 2.900, cuando estoy viendo un podcast sobre Michael Jordan en el otro monitor. Y otros días me concentro y digo: vamos a subir mi Elo y llego a 3.200. No me importa».
Nakamura acusa a Kramnik de «ciberacoso»
Para no hacer esto demasiado largo, resumiremos mucho más el mensaje de Hikaru Nakamura. De entrada, considera ridículo que Kramnik se haya proclamado «el rey del mundo» y lo culpa de cometer «ciberacoso» contra otros ajedrecistas. «¿Qué le pasa a este tío? Este tipo es una desgracia total para el ajedrez. Esto es como el macartismo». «Básicamente está consiguiendo que nadie se tome las trampas en serio», añade Nakamura, de el otro día hablaba de su visión para los negocios y sus ingresos en comparación con los otros grandes maestros de élite.
Lo dejaremos aquí, con un pequeño recuento, que tampoco significa nada y mucho menos le da la razón a nadie, pero es uno de los pocos datos objetivos que tenemos. Se trata del número de suscriptores de cada uno en YouTube.
Hikaru Nakamura: 2,57 millones de suscriptores.
Daniel Naroditsky: 435.000.
Vladimir Kramnik: 14.900
Recogida de firmas a favor de Naroditsky
A Naroditsky le han salido varios apoyos, por otro lado. Uno de sus defensores ha organizado incluso una recogida de firmas contra las «falsas acusaciones de Kramnik» y ha publicado una carta del que se reproduce un extracto a continuación:
«Hay un momento y un lugar para combatir el engaño, pero el acoso continuo del señor Kramnik ha cruzado muchas líneas: no es ni juez, ni jurado, ni verdugo. Estamos seguros de que el señor. Naroditsky es inocente de las acusaciones que le están lanzando el Sr. Kramnik y sus colegas. La posición del señor Kramnik como uno de los grandes campeones de la historia del ajedrez le da una audiencia significativa y lo convierte en una autoridad en el mundo del ajedrez, que desafortunadamente solo hace que sus acciones sean más peligrosas e incendiarias». «Instamos al excampeón del mundo a poner fin a su farsa y a comportarse de una manera que se ajuste a su título y estatus».
Y esto es todo por el momento, amigos.
En la imagen de arriba, Una de las cuatro imágenes de Karoditsky publicadas por Kramnik en las que vemos al americano mirar a distintos lugares durante su retransmisión
Antes de marcharte, te quiero pedir un favor