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El récord del pibe argentino despierta pasiones dentro y fuera del ajedrez. El presidente argentino, Javier Milei, felicita al nuevo MI. Se desata oficialmente la Faustimanía
Faustino Oro ya es maestro internacional de ajedrez, con diez años, 8 meses y 16 días. El récord de precocidad ha despertado pasiones. El presidente argentino, Javier Milei, lo celebra resaltando la nacionalidad del chico, «un orgullo para todos los argentinos». El expresidente Mauricio Macri añde: «Sos un capo que nos llena de orgullo». La embajada del país en Noruega e Islandia recuerda que Kasparov llama al chico Chessi, una mezcla entre Chess y Messi. Las interpretaciones políticas se las dejamos a gente más lista y preparada. Desde la FIDE, Emil Sutovsky espera que Oro sea uno de los generadores de noticias del Mundial de Rápidas y Blitz. Se declara oficialmente inaugurada la Faustimanía. No es para menos.
Sutovsky se frota las manos ante la próxima participación de Oro en los eventos de la FIDE: «Es un gran talento, cuya dedicación al ajedrez es impresionante. El año pasado, Oro consiguió una invitación para el Mundial de Rápidas y Blitz de la FIDE. Lo hizo razonablemente, pero este año espero que sea uno de los creadores de noticias».
De todo lo publicado, me impresiona especilemente este vídeo, en el que podemos ver la calma, al menos aparente, con la que Faustino Oro firma su planilla y recoge las piezas después de su partida decisiva, contra el MI Fernando Valenzuela. Al chileno debemos agradecerle que luchara la partida con profesionalidad, que alejara algunas sombras sobre el título que algunos esperaban agazapados.
De todas las cualidades de Fausti, me quedo con su disciplina y su ética del trabajo. Al ajedrez no se juega así de bien solo con talento. El nuevo maestro internacional es una prueba evidente. Por un lado, el ajedrez no es para él un trabajo ni una obligación. Disfruta ante al tablero, como demuestra cuando después de un torneo durísimo sea capaz de aceptar los retos de otros maestros y aficionados en incontables partidas rápidas.
No solo talento
Por otro lado, Oro se lo toma muy en serio. Son muchas horas de clase y de estudio, cuya eficacia luego él multiplica porque su talento le permite aprender a mayor velocidad. No le gusta madrugar ni las dobles rondas en los torneos comprimidos, pero se levanta «como un soldado» cuando tiene que dar clase o jugar por la mañana (como ha hecho en Madrid y Barcelona). Si Faustino Oro no pierde eso, llegará donde se proponga, porque el talento lo lleva de fábrica.
Otra factor importante es lo importante que es su surgimiento para el ajedrez argentino, el ajedrez en español y el ajedrez en general. Tiene mérito que los cinco mecenas que tiene prefieran mantener un perfil bajo y no aprovecharse de los éxitos del muchacho. Ahora le saldrán muchos más, porque un deportista con tanta proyección debería ser un imán para los patrocinadores.
La imagen de arriba es del Madrid Chess Festival, nada más terminar la última ronda. Faustino Oro sonríe, pese a que le faltó medio punto para conseguir el récord que ahora ha culminado en Barcelona. Foto: FMB / Damas y Reyes
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