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«A veces algo muy simple pueden originar cambios muy grandes», asegura la mejor jugadora de la historia. «Podría ser el primer paso y no haría daño a nadie, ni a hombres ni a mujeres»
Judit Polgar, la mejor ajedrecista de la historia, la única que ha estado en el top 10 absoluto, ha lanzado una idea controvertida y revolucionaria: eliminar los títulos femeninos. En su opinión, no tiene sentido mantener las titulaciones de maestra internacional y gran maestra, entre otras. La ajedrecista húngara hizo estas declaraciones en el podcast de New in Chess y sus palabras han tenido enorme repercusión, aunque, como suele suceder, casi todos se limitan a recoger solo la frase clave y omiten sus explicaciones.
La menor de las hermanas Polgar irrumpió en el ajedrez internacional cuando todavía era una preadolescente y rompió todos los récords posibles, incluido el de gran maestro más joven de la historia, superando a Bobby Fischer en precocidad. No solo demostró que podía jugar igual que los hombres, sino que durante años lo hizo mejor que casi todos ellos. Durante su carrera, Judit derrotó a once campeones del mundo, contando partidas rápidas y de ajedrez clásico.
Podemos estar de acuerdo o en desacuerdo con la propuesta de Polgar, pero no hay duda de que su voz es la más autorizada posible en esta materia. En el siguiente tuit, en New in Chess ofrecen un extracto de lo que dijo en el podcast, que también se puede escuchar completo.
Las respuestas han sido inmediatas en la comunidad internacional, dividida entre los que apoyan la idea de abolir los títulos femeninos y quienes defienden que, incluso si se admite que no deberían existir en un mundo ideal, todavía son necesarios. El vídeo completo con la entrevista de Dirk Jan ten Geuzendam a Judit Polgar se puede ver a continuación.
En la entrevista, Judit Polgar recuerda las medallas olímpicas que ganó con el equipo femenino de Hungría, comandado por ella y sus dos hermanas, Susan y Sofia, y el año en que decidieron dejar de jugar para la selección y ella se pasó a la competición masculina. También habla de la consecución del título de GM, cuando rompió el récord de Fischer, que supuso «un punto de inflexión» en su carrera.
«Después de ganar el supertorneo de Hungría en 1991, cuando tenía 15 años, romper el récord de Bobby Fisher fue un gran punto de inflexión para mí en mi país, por la forma en que me miraban y aceptaban cómo vivíamos, las creencias de mis padres y el estilo de vida que teníamos. Fue un giro muy grande», relata Judit Polgar, quien nunca fue campeona del mundo, como Susan, porque se negó a competir en el ciclo femenino. A su hermana mayor, la FIDE no le permitió participar en el ciclo absoluto con la increíble excusa de que el nombre oficial era «Campeonato del Mundo Masculino».
Pero volvamos a las palabras de Judit Polgar:. «Yo quise jugar los torneos más fuertes y no participar en los eventos femeninos, que todavía existen. Y hay muchas razones por las que las chicas o las mujeres quieran participar en ellos y deberían existir. Pero por regla general, a la gente le gustan las cosas que conocen, los patrones. Por eso no quieren cambios, sino que las mujeres sigan participando solo en los torneos femeninos. ¿Por qué deberíamos cambiar? (…) Es una cuestión delicada y obviamente puedes imaginar cuántas veces me han preguntado lo que pienso sobre el ajedrez femenino».
Qué debemos decir a las niñas ajedrecistas
Y aquí viene la famosa declaración de Polgar: «Creo que deberíamos eliminar todos los torneos femeninos. ¿Qué deberíamos decir a los niños y qué deberíamos hacer en los clubes? Es una de las cosas en las que pienso a menudo. ¿Cuál es la solución? ¿Hay alguna? ¿A alguien le importa buscar una perspectiva diferente para las mujeres? Hay bastantes jugadoras que están en la cima y realmente trabajan duro. Dedicaron muchas horas al día. A pesar de tener familia, hijos, lo que sea, se centraron en convertirse en campeonas. Ves a bastantes ajedrecistas que tienen este increíble espíritu de lucha, dedicación y amor por el juego. Creo que las mujeres pueden llegar a ser tan buenas como los hombres, porque no hay diferencias. Sí hay diferencias entre nosotros, pero no te impiden convertirte en uno de los 10 mejores jugadores del mundo. Muchas de las mejores jugadoras son un modelo a seguir en sus países, lo quieran o no. Así que importa lo que les digan a las niñas, a la próxima generación, a los padres, lo que los entrenadores dicen a las pequeñas: puedes convertirte en campeón mundial y ser mejor que Magnus, porque entonces las colocas en una posición muy diferente».
«Últimamente, estaba pensando que hay una cosa que podríamos cambiar y entonces tal vez el entorno y la vida del ajedrez y de las chicas y las mujeres en el ajedrez cambiarían. Pensé que tal vez sería posible al menos intentar esta idea, eliminar los títulos femeninos. Quiero decir, ¿por qué existen? ¿Por qué no hay títulos para los que tienen 2000 o 2200 o 2300 o 2400, 2500, 2600, 2700 puntos Elo? ¿No es mucho mejor tener los títulos según tu Elo y no que sean femeninos o masculinos?», plantea Judit Polgar.
«Es muy interesante que a veces algo muy simple pueden originar cambios muy grandes. De repente, la mentalidad de las mujeres cambiaría, diría: vale, no importa si juego en un torneo abierto o en un torneo femenino, mi objetivo es conseguir este título, que pertenece a mi calificación, no a la cuestión de género. Esa es mi fuerza, mi conocimiento. Es lo que puedo hacer, ¿verdad? Creo que sería una especie de primer paso, que podría ser una solución extremadamente simple y no haría daño en absoluto, ni a hombres ni a mujeres».
Luego, Judit Polgar añade matices y explica las diferencias entre niñas y mujeres en su propuesta: «Es muy importante que nuestra audiencia entienda que hablamos de mujeres. Para una niña de nueve años, por ejemplo, jugar un torneo femenino no es un problema, porque sus rivales serán más fuertes que ella. A esa edad, puedes jugar torneos femeninos o abiertos. Lo importante es cuál es la fuerza de tus oponentes. Esto se complica cuando se trata de títulos nacionales y calificaciones, pero en términos generales, cuando eres una niña, puedes jugar cualquier torneo, si intentas mejorar. A partir de ahí, no veo ningún sentido en elegir torneos femeninos específicos. Estoy muy feliz de que haya algunos eventos y organizadores que están dando pasos serios para invitar a las mujeres a la sección abierta, como Gibraltar, Wijk aan Zee y varios torneos abiertos en todo el mundo. Es algo muy alentador para las mujeres».
Alexandra Prado: «Tal vez trabajaríamos más»
Leí las palabras de Polgar justo antes de encontrarme con Alexandra Prado en Barcelona, donde la ajedrecista nacida en Bolivia ha participado en el 20 aniversario del Europea Poker Tour. Le pregunté su opinión sobre estas declaraciones y esta fue su respuesta: «Yo creo que es una cuestión de números. El nivel de las mujeres es más bajo que el de los varones porque somos menos mujeres y jugamos entre nosotras. Creo que quitar los títulos femeninos es muy extremo, porque son importantes de algún modo. Pero no sé, nada es perfecto, todo tiene su pro y su contra. Tal vez lo malo de los títulos de las mujeres es que nos limitan en cierto punto, porque aspiramos a ellos y te conformas».
La ajedrecista y ‘streamer’, que nos contó su vida en esta entrevista, admite el lado bueno de la propuesta de Polgar de abolir los títulos femeninos: «Aspiraríamos a algo más, más grande, y tal vez trabajaríamos más. No mostramos todo nuestro nivel cuando jugamos entre nosotras, al menos no siempre». En este punto, Prado coincide en gran medida con lo que decía Iván Salgado en esta entrevista, que también tuvo gran repercusión.
«Por otro lado, lo bueno de los títulos es que incentivan a las mujeres», considera Alexandra. «De otra forma veríamos muy lejano un título de maestro o de gran maestro. Algunas mujeres lo consiguen, pero son muy, muy pocas. Los títulos significan que eres experto en algo y tenerlos en cualquier carrera es importante. Yo soy candidata a maestra y para mí ese título significa mucho. Sé que no es muy alto, pero me presento con algo y es mi carrera, es mi vida».
Jennifer Shahade también matiza la idea de Polgar
La estadounidense Jennifer Shahade, gran maestra femenina, también estaba en Barcelona y aportó su opinión en las redes sociales, donde se remitió a lo que ya decía en su libro ‘Chess Queens’, del que hablaremos en otro momento porque es muy recomendable. Según Shahade, su idea general es «fusionar los títulos existentes o crear algunos nuevos», unir el título de gran maestra femenina y de maestro internacional y que las jugadoras elijan cuál prefieren. «Eliminar los títulos del todo no me gusta, ya que es un gran logro para muchas mujeres. Por ejemplo, para las que se convierten en la primera gran maestra femenina de su país».
En ‘Chess Queens’, Shahade destaca lo importante que es para las grandes maestras femeninas, por ejemplo, las condiciones que reciben en los torneos gracias a su título. «Ahora me parece grosero criticar un premio por un alto nivel de juego en una cultura tan misógina como el ajedrez». Según la bicampeonato de Estados Unidos, cuando la gente discute los títulos femeninos saben todo esto perfectamente, pero «están deseosos de volver a hablar del tópico de la inferioridad femenina». Jennifer está convencida de que muchos lo hacen de mala fe. «Muchos de los ‘haters’ ni siquiera podrían soñar con tener el Elo de esas mujeres».
Shahade cita a algunas colegas, como Irina Krush, otra campeona de Estados Unidos, a la que no le gustan los títulos femeninos e incluso afirma que recibió el de gran maestra femenina sin ningún interés y sin haberlo solicitado. Cathy Forbes, triple campeona británica, va aún más lejos y afirma que «las mujeres deben tomar cartas en el asunto y revocar sus propios títulos».
Seguro que conoces bien a Judit Polgar, pero si quieres saber más sobre su vida, también puedes leer esta entrevista que le hice hace tres años.
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Antes de marcharte, te quiero pedir un favor