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Los únicos ajedrecistas españoles que siguen en Bakú hicieron tablas contra Radjabov y Esipenko en la tercera ronda del campeonato
El ajedrez es el deporte más cruel que existe. Lo saben bien David Antón y Eduardo Iturrizaga, que fueron eliminados en la Copa del Mundo después de haber jugador de forma brillante y de tener contra las cuerdas a sus rivales. Al final, solo se clasificaron Paco Vallejo y Jaime Santos, que este viernes han entablado su primera partida de la tercera ronda. Buen juego de ambos contra dos rivales de categoría, Andrey Esipenko y Teimour Radjabov.
Iturrizaga fue mejor que el ucraniano Anton Korobov durante casi todo baile, pese a que empezó tropezando en la primera canción. Luego ganó de forma brillante e igualó el duelo. En la primera partida de desempate dejó escapar una buena ventaja. En la segunda y definitiva, arruinó esta magnífica posición, que había construido después de solo 25 movimientos.
Aquí, a Itu le pudo la impaciencia y realizó un sacrificio de caballo equivocado. Casi cualquier otro movimiento, incluido alguno absurdo, ere preferible a su 26. Ch6+, que entregaba a su bonito corcel sin compensación suficiente. Después, tampoco anduvo fino y perdió la partida y por tanto la eliminatoria contra Korobov.
David Antón perdió sus opciones en la tercera partida, en un enfrentamiento muy igualado contra el gran maestro de Azerbaiyán Abdulla Gadimbayli. Su dominio no era tan evidente como el de Iturrizaga, pero siempre estuvo mejor y permitió que se esfumara una oportunidad de oro, nada obvia.
En la siguiente posición, omitió la jugada ganadora. Puedes intentar averiguarla antes de seguir leyendo.
Antón llevaba 30 jugadas apretando a su rival, quien se la jugó enviando a su dama de excursión, para capturar algún peón lejano. Aquí, el español llevó su dama a d7, con un ojo puesto en el peón de f5, pero tenía una jugada preciosa, poco intuitiva. La solución es Ae1!, aprovechando que el alfil no puede ser capturado por la torre, porque entonces el negro daría mate en g2. Y si el blanco no lo remedia, ese alfil juguetón acabaría instalado en f2, provocando un cortocircuito en la defensa del blanco. La opción Tfxe3 se encontraría con otra sorpresa: Txf5, amenazando Tf1+ y un mate bastante rápido o una carnicería. La jugada defensiva Rg1 sería refutada con el sacrificio de alfil en f2, que permitiría a la dama y la torre negra meterse en la cocina de Gadimbayli.
David no vio todo esto, algo normal en los apuros de tiempo, y de repente se encontró jugando por el empate, algo siempre desagradable, cuando la dama blanca capturó el peón a y le construyó una carretera asfaltada a su propio soldadito. Seguro que a Antón le cuesta tiempo olvidar esta partida.

Mañana veremos qué ocurre con Jaime Santos y Paco Vallejo. El primero aguantó bien con negras pese a quedarse con un peón menos y el segundo logró una miniventaja, con blancas, en una escocesa en la que el tablero quedó demasiado vacío. El dominio de espacio fue insuficiente para doblegar al ruso.
Nueva lección de Magnus Carlsen
Quien no perdonó fue Magnus Carlsen, contra su compatriota Aryan Tari, quien no supo hacer algo tan difícil como mantener la calma y no estropear su posición cuando el número uno del mundo le estaba apretando, con equilibrio inestable de material sobre el tablero: torre y tres peones de Magnus contra caballo y cinco peones de las negras.
Podemos terminar con su partida, que ilustra la maestría de Carlsen para convertir ventajas y acabar aplastando a sus enemigos. El modo en que simplifica al final para entrar en un final de reyes y peones es sencillo solo en apariencia.