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Festival indio en Wijk aan Zee, donde el campeón del mundo perdió su primera partida clásica desde que derrocó a Ding Liren. Su verdugo fue Arjun Erigaisi, que estaba jugando el peor torneo de su vida
2025 será el año chino de la serpiente, pero para los indios será el del ajedrez. En Wijk aan Zee, hemos visto una nueva demostración asiática. Gukesh, primus inter pares (no traducir primus como primo, por favor), mostró en el Tata Steel que tiene madera de campeón, pero también cómo se las gastan sus pares. El mejor entre estos fue Praggnanandhaa, ganador a la postre del torneo con ayuda de otro compatriota, Arjun Erigaisi, quien estaba jugando el peor torneo de su vida cuando tuvo la «ocurrencia» de vencer al campeón del mundo.
En esa última jornada decisiva, Pragg también perdió, contra Vincent Keymer, lo que condujo al torneo a las partidas rápidas de desempate, las que no vimos en el Mundial de Ajedrez. Gukesh se impuso en la primera, pero dejó que se le escapara el trofeo por tercera vez en tres días. Luego, Pragg ganó la siguiente y dio una nueva sorpresa al imponerse en el definitivo Armagedón. Ha subido siete puestos en muy poco tiempo y ya es el séptimo mejor jugador del mundo, mientras que Gukesh, pese a todo, mantiene la tercera plaza, recién conquistada, y se dispone a superar la barrera de los 2800 puntos Elo.
Antes de completar este relato, recordemos que habíamos dejado a Nodirbek Yakubboev ante los leones de la corrección. El uzbeko no quiso darle la mano a Vaishali en el torneo B. Fue un gesto muy feo, que luego justificó por motivos religiosos. Podemos criticarlo por no advertir antes a su rival de lo que iba a ocurrir o por no cambiar el apretón de manos por algún otro tipo de saludo sin contacto físico, pero parece que el gran maestro no tenía malas intenciones.
A modo de disculpa, Yakubboev regaló a su rival flores y chocolate, en un gesto que le honra, y le deseó suerte en las partidas restantes. La madre de la gran maestra y su hermano, el citado Pragg, fueron testigos del pequeño acontecimiento. Los amigos de ChessBase India grabaron el momento:
Y ya que estamos con los jugadores del torneo Challengers, los seguidores de Faustino Oro sabrán que ha terminado el torneo con muchas lecciones aprendidas. Fue a Países Bajos en busca de una norma de gran maestro, pero perdió contra todos los que le pusieron en el camino, que fueron nueve. A cambio, Fausti hizo casi pleno con los cuatro maestros internacionales. Fueron tres victorias y unas tablas, y la sensación de que dejó escapar demasiados puntos.
Quizá haya que recordar que Oro solo tiene once años y que ha ocupado la posición esperada, undécimo de 13, y que solo se ha dejado 12 puntos Elo en el torneo más duro de su vida, como dijimos que podría ocurrir. Otro con menos pasta de campeón no habría sido capaz de ganar la penúltima partida, como él hizo contra Lu Miaoyi, una niña de 14 años que hizo una actuación de 2500 puntos y de la que oiremos hablar muy a menudo en los próximos años.

De vuelta al Masters del Tata, la edición número 87 del Wimbledon del ajedrez tuvo de todo, emoción, buen juego y el descalabro de varios favoritos. Fabiano Caruana acabó octavo y Erigaisi décimo, unos puestos impensables en cualquier otra competición privada. Ambos se han caído del club de los 2800 puntos Elo, en el que ahora mismo solo resisten Magnus Carlsen e Hikaru Nakamura, dos astros que tienen la ventaja de que juegan pocas partidas clásicas, por lo que hay menos ocasiones para robarles puntos.
Otra cosa son sus peleas con la FIDE a propósito del ajedrez960. En unos días jugarán en Alemania en dicha modalidad y podremos comentar el parte de guerra.
La imagen de arriba corresponde al ganador del Tata, Praggnanandhaa, y es una foto firmada por Jurriaan Hoefsmit
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