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Para celebrar el Día del Libro y por iniciativa de Yago Gallach, iniciamos una serie sobre los títulos preferidos por los ajedrecistas. Pulvett, ajedrecista ciego, nos da una lección de «supervivencia»
Hoy es el Día del Libro y en Damas y Reyes hemos preguntado a varios ajedrecistas, aficionados y profesionales, por sus títulos de ajedrez favoritos. A nadie le importará que Daniel Pulvett, que sufre una discapacidad visual, sea el elegido para inaugurar esta serie. El resto de participantes aparecerán por (puede que riguroso) orden de llegada.
Tampoco es la primera vez que hablamos de Daniel Pulvett en Damas y Reyes:
Lo que sigue son las palabras del maestro internacional español, nacido en Venezuela en 1991.
La verdad es que libros nunca he leído, me los han leído. Son pocos los que he estudiado. Yo diría que del que más aprendí fue ‘Mis mejores partidas’, de Karpov. De ese libro aprendí muchísimo ajedrez. De los tomos de Averbaj también aprendí muchísimo.

Recuerdo que la mayoría de mis amigos del ajedrez estudiaban con los tomos de Grau. Yo nunca lo hice, aunque seguro que son buenísimos. Pero en aquel entonces, hablo de año 2007 o 2008, fue Judit Polgar a mi ciudad de Venezuela, dio una simultánea, jugó unos blitz y dio una conferencia, donde la gente le hacía preguntas. Mi entrenador en aquel momento le preguntó por lo que ella más valoraba, o lo que ella y sus hermanas mejor aprovecharon. Y ella le respondió que los tomos de Averbaj. Un amigo me los prestó, pero estaban en inglés, y mi entrenador los iba ahí traduciendo poco a poco. Eran sobre todo de finales.
Otro libro con el que estudié, y con el que aprendí bastante en su momento, era ‘El arte de la india de rey’, de Gufeld. También me ayudó bastante. Todos estos libros me los leían. Otros que también me gustaron eran los libros de cálculo de Aagaard, uno que se llamaba ‘Maestría en el cálculo’ y otro que se llamaba ‘Calculation’.

En la actualidad, pasados los años, después de aprender a utilizar el lector de pantalla de Windows, creo que tengo más de mil libros en formato PGN. Ahora, muchos años después de lograr el título de maestro internacional, que conseguí a los 16 años, en 2008, es cuando estoy estudiando libros. Y lo hago porque doy clases y reestudio los libros, y ahí sí podría decir que he aprendido yo y han aprendido mis alumnos.
Por ejemplo, hay un libro que se llama «Mastering Chess Strategy» de Johan Hellsten, otro suyo de finales y otro de aperturas. Los tres los recomiendo ampliamente, porque me gustan muchísimo. También el manual de finales de Dvoretski y un libro de cálculo del entrenador de Praggnanandhaa, que se llama Ramesh. Su libro de técnicas de cálculo también he oído que es muy bueno y, aunque no lo he analizado, creo que lo podría recomendar, porque tengo alumnos que están estudiando con él y me dicen que es excelente.
En lo personal, un libro que me pareció dificilísimo y que estuve estudiando con Gascón y con Pedro Martínez, era ‘Analytical Manual’ de Dvoretski. Pasamos media hora, veíamos tres jugadas cada uno, y ninguna era la que recomendaba el libro. Era supercomplejo y me parecía buenísimo.
No tengo un amplio conocimiento de los libros, por mi problema visual, pero creo que si alguien quiere aprender algo, encuentra la manera de hacerlo. Da igual la limitación que tenga.
Daniel Pulvett
Es verdad que no tengo un amplio conocimiento de los libros, por mi problema visual, pero creo que si alguien quiere aprender algo, encuentra la manera de hacerlo. Da igual la limitación que tenga. En mi caso, yo que no puedo ver, uso el lector de pantalla y cuando un libro me interesa me lo descargo en formato PGN y lo que hago es que, jugada tras jugada, cuando tiene textos en inglés, lo copio y lo pego en el traductor del iPhone y así voy aprendiendo.
Programas y amigos
Antes yo no tenía esa opción. Y no me voy muy atrás, hablo de hace seis años, más o menos. Yo no sabía cómo estudiar con el módulo de análisis, porque no sabía cómo ver los análisis. Descubrí el JAWS (un programa informático), que ya existía hacía mucho, pero yo no sabía usarlo.
Y bueno, poquito a poco he ido aprendiendo y mis alumnos me han ayudado. Uno que lo ha hecho muchísimo es José Luis Coya y otro es Valeriano. Muchos otros me han ayudado. Si me pongo a nombrarlos a todos, me puedo pasar horas y horas, tanto en Venezuela como aquí, personas de la ONCE, alumnos y amigos. Gracias a ellos he aprendido a estudiar y eso me ha facilitado trabajar y dar clases.
El problema visual te limita la hora del estudio, te lo hace más difícil, pero te ayuda también porque te exige más, te concentras más, y creo que hace que aprendas más rápido, por puro instinto de supervivencia, porque te toca.
Daniel Pulvett
Luego, el módulo de análisis va analizando variantes y el JAWS me las lee, eso sí, rapidísimo, pero yo voy llevando el tablero en mi cabeza. Es curioso, porque creo que de alguna manera eso me ha ayudado también a desarrollar aún más la habilidad de jugar a la ciega. Cuando estudio con el módulo, muevo solamente las variantes que me interesan y las otras a veces no las muevo, pero siempre las tengo controladas, y eso me ayuda a mantenerme activo por ese lado.
En definitiva, creo que el problema visual te limita la hora del estudio, te lo hace más difícil, pero te ayuda también porque te exige más, te concentras más, y creo que hace que aprendas más rápido, por puro instinto de supervivencia, porque te toca. Igual que la persona que no tiene brazos y quiere tocar guitarra aprender a tocarla con los pies, en el ajedrez o en cualquier cosa que quieras hacer, si no tienes la vista, digamos que porque te toca, memorizas más las cosas, las aprendes con mayor facilidad. Obviamente, hay que saber usar las herramientas para poder estudiar.
Foto: Federico Marín Bellón / Damas y Reyes
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