Gukesh y Carlsen, el campeón del mundo contra el número uno. Foto: Lennart Ootes / Freestyle Chess

Freestyle Chess: las estrellas planean asociarse para defenderse de la FIDE

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Carlsen, Caruana, Keymer y Sindarov jugarán las semifinales en Alemania. Los ajedrecistas decidieron renunciar al título de campeón del mundo de esta modalidad, al menos en 2025

El Freestyle Chess ya ha dado las primeras alegrías y decepciones en Weissenhaus (Alemania). El número uno, Magnus Carlsen, empezó dubitativo, con derrota incluida contra Javokhir Sindarov, uno de los jugadores más en forma en esta modalidad de juego. El creador del circuito de ajedrez 960, Jan Henric Buettner, explicaba a Damas y Reyes en esta entrevista por qué le han cambiado el nombre a esta variante, con la que quiere conquistar el mundo.

Este domingo, además de partidas, hubo movimientos. Los miembros del Club de Jugadores de Freestyle Chess decidieron por unanimidad que el ganador del Grand Slam de este año, que terminará con el torneo de Sudáfrica en diciembre, será coronado como campeón de Freestyle Chess, sin utilizar la palabra mundo o mundial. Esta cuestión semántica, un poco ridícula y seguramente la punta del iceberg de una disputa más profunda, queda así aplazada hasta 2026.


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Por otro lado, según informan desde Weissenhaus, los jugadores también planean crear su propia asociación independiente, con ayuda de un equipo legal que representará sus intereses. En la reunión participaron los grandes maestros presentes en Alemania y los otros participantes del Grand Slam, por conexión remota. En declaraciones para Take Take Take, Carlsen dijo que la reunión de los ajedrecistas fue «fructífera»: «Creo que fue muy útil poder hablar, y eso sirve para mucho cuando tienes una federación que no se preocupa de corazón por los jugadores».

Por otro lado, Buettner explicó que nunca fue su intención utilizar el título de campeón del mundo y dijo que siempre habían llamado a su circuito «G.O.A.T. Challenge» o «Grand Slam». No obstante, y aunque solo sea por tocar las narices, veremos lo que ocurre a finales de 2025 y cómo se denomina el circuito de 2026.

«Acosos escandalosos»

Más seria es la pelea que los grandes maestros de élite mantienen con la FIDE, en la que ahora tendrán asesoramiento profesional. El mes pasado, la FIDE les exigió que fimaran un documento «legalmente cuestionable». Incluso les impuso un límite temporal para hacerlo bastante incómodo, justo después del Tata Steel, donde muchos de ellos estaban compitiendo. En el texto se les «pedía» que no participaran en torneos ajenos a la FIDE en el que el ganador recibiera el título de campeón del mundo o algo similar y se les amenazaba con excluirlos del próximo ciclo para el Campeonato del Mundo oficial si incumplían el punto anterior.

Magnus Carlsen, Jan Henric Buettner y Thomas Harsch, director de operaciones del Freestyle Chess. Foto: Lennart Ootes / Free Style Chess
Magnus Carlsen, Jan Henric Buettner y Thomas Harsch, director de operaciones del Freestyle Chess. Foto: Lennart Ootes / Free Style Chess

Según los promotores del Freestyle Chess, se amenazó así a varios jugadores, todavía adolescentes, a los que ni siquiera les dieron la oportunidad de que un abogado revisara el documento. «Estos acosos repetidos son escandalosos», repitió Buettner. «Nos oponemos firmemente a las tácticas coercitivas de la FIDE, que presionan a los jugadores para que renuncien a su derecho a elegir qué torneos jugar».

Buettner se mostró decidido a liderar la defensa de los ajedrecistas, pero estos decidieron en la reunión del domingo «ignorar las demandas de la FIDE» y se negaron a tener que elegir entre los torneos del «mundo libre» y los organizados por la Federación Internacional. Es este posible dilema nada fácil de resolver, porque cada parada del Grand Slam de Ajedrez Freestyle 2025 repartirá 750.000 dólares en premios, con 200.000 para el ganador. Fuera del Campeonato del Mundo, no se ven recompensas así en el ajedrez de élite.

Nuevas formas de dar espectáculo

En Alemania, no solo las partidas son interesantes. Con alguna fórmula noruega, como el confesionario en el que los jugadores hablan en mitad de sus partidas, el torneo de Freestyle Chess también incorpora una pulsera con la que se mite el ritmo cardiaco de los participantes.

Reunión de los jugadores antes de una de las partidas. foto: Lennart Ootes / Free Style Chess
Reunión de los jugadores antes de una de las partidas. foto: Lennart Ootes / Free Style Chess

Una innovación más original es la idea de agrupar a los participantes en dos equipos, antes del comienzo de cada partida. Así, todos los que juegan con blancas, por un lado, y los de negras, por el otro, pueden analizar la posición que les ha tocado y discutir sus posibilidades. No es fácil enfrentarse a algunas de las posiciones aleatorias que surgen y el trabajo en equipo puede ser de ayuda, aunque algunos prefieren estudiar por su cuenta. En la primera ronda, fue el caso de Gukesh Dommaraju, Alireza Firouzja y Magnus Carlsen.

Un formato complejo

En el ajedrez de toda la vida, algo descolocado en este caso, hemos visto a dos jugadores muy en forma: Alireza Firouzja y Sindarov, a Caruana y Keymer muy serios y a Carlsen cada vez más enchufado, como suele hacer en los torneos. La mezcla de partidas rápidas y lentas y de los formatos de liga y por eliminatorias, más los desempates correspondientes, deja mucho ajedrez por ver.

David Martínez comentaba el otro día en Divis TV que en esta modalidad le da más pereza recuperar las partidas atrasadas, aunque luego parece que se ha ido aficionando. Puede ser un problema para gran parte del público. A cambio, hay menos tablas y más incertidumbre. Y al final los buenos suelen imponerse, lo que le quita la imagen de bingo que algunos podrían tener. Otro defecto de este Grand Slam, ojalá que temporal, es que el formato es un poco confuso; se supone que nos iremos acostumbrando.

Ahora quedan las semifinales, con dos duelos apasionantes: Keymer-Carlsen y Sindarov-Caruana. El primero parece el más predecible, pero el alemán dejó fuera de esta fase a Firouzja contra pronóstico. Otro eliminado sorpresa fue Hikaru Nakamura, aunque solo sea porque es el vigente campeón del mundo de ajedrez 960, y puede que el último.


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