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Rameshbabu Praggnanandhaa, con 18 años, se convierte en número uno de su país, después de casi tres décadas de dominio de Vishy Anand
India es el país más poblado del mundo, también de ajedrecistas. Su rivalidad con China se extiende a los tableros. Ahora mismo, los dos campeones mundiales son chinos, pero Rameshbabu Praggnanandhaa, un chico de 18 años, ganó ayer a Ding Liren una partida completísima, con la que quizá anticipa el futuro. En su país se ha desatado la locura, la Praggmanía, un fenómeno que ha eclipsado la victoria de Anish Giri contra otro indio, Gukesh, con lo que además se coloca líder del Tata Steel en solitario.
Pragg no ha aparecido por sorpresa en la élite. Lleva años avisando y si no ha sido antes número uno de su país es porque una leyenda, Viswanathan Anand, se resiste a dejarse vencer por el tiempo. Con 54 años, Vishy es todavía el número 12 del mundo, una proeza si tenemos en cuenta que entre los 20 mejores no hay nadie más que supere los 40 años. Sea o no su sucesor natural, la prensa india ha recordado que Pragg es el segundo ajedrecista del país que derrota a un vigente campeón del mundo, después de Anand, que lo hizo muchas veces. Es además el número uno entre los ajedrecistas menores de 20 años. Y nació en Chennai, al igual que el padre del ajedrez indio.
Lo bueno para Pragg es que no le falta competencia interna. Sin salir de la India y con solo un año menos, Dommaraju Gukesh es otro elegido por los dioses y no tiene menos opciones de convertirse en el próximo campeón del mundo. Otras estrellas indias, como Vidit Santosh Gujrathi y Arjun Erigaisi, parecen algo ‘mayores’ para el empeño, aunque yo no los descartaría del todo. Tampoco podemos olvidarnos de Nihal Sarin, de 19 años, en su día el tercer jugador más joven de la historia en superar los 2600 puntos Elo.
De todos modos, cuando el grandísimo entrenador R Ramesh dijo aquello de «Sed como Pragg», sabía de lo que hablaba. Pragg es un chico especialmente disciplinado, con una combinación infalible de virtudes: tiene un talento infinito y unas ganas de trabajar insuperables. Es su momento y lo sabe, por lo que dedica todas sus energías a convertirse en el mejor.
Ramesh tiene además una madre que lo apoya y lo sigue como solo recordábamos con Clara Kasparova o, más recientemente, con Henrik Carlsen, el padre del número uno del mundo. Para terminar de cerrar el círculo perfecto, tiene una hermana un poco mayor que él, Vaishali, de 22 años, que también está en la élite. Son la primera pareja mixta de hermanos que competirán el mismo año en los dos torneos de Candidatos, el femenino y el absoluto.
Pero ni siquiera la victoria de Pragg contra Ding Liren fue algo inesperado. El propio gran maestro chino recordaba tras su victoria contra Gukesh en la jornada anterior que el año pasado también derrotó al indio en la tercera ronda del torneo y que luego perdió en la cuarta contra Praggnanandhaa. «Espero que el resultado sea mejor mañana», dijo con su timidez habitual. Pero la historia se ha repetido, con la diferencia de que ahora todo se ha amplificado porque Ding es campeón del mundo y su derrota ha terminado de desatar la Praggmanía.
Jovanka Houska, comentarista oficial del torneo, describía así la victoria de Pragg contra Ding: «El joven, con pleno control estratégico de principio a fin, simplemente superó al campeón del mundo».
Fotos: Lennart Ootes
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