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Noland Arbaugh, que lleva años paralizado, ha podido jugar una partida gracias al primer implante cerebral de la compañía de Elon Musk, que le permite mover el puntero del ratón con la mente
Hay algo de ironía en toda la historia de Neuralink, días después de que su dueño, Elon Musk, volviera a burlarse del ajedrez. No ha tardado en difundir el vídeo de Noland Arbaugh jugando una partida con la mente, «por telepatía», como dice el magnate, aunque elude citar la palabra maldita y prefiere hablar de «videojuegos».
A estas alturas, las imágenes las habrá visto media humanidad. Arbaugh sufre tretraplejia desde hace años y es el primer paciente con un implante cerebral de Neuralink. El dispositivo, que no es el primero en su especie pero sí parece el más avanzado, le permite jugar «con la fuerza», como bromea él mismo. El avance médico es tremendo. Los peligros para el futuro del ajedrez no son menos evidentes en esta época de trampas desatadas.
En el vídeo vemos a Noland Arbaugh, de 29 años, jugar en un portátil de Apple gracias a que puede mover el cursor con la mente. Si el sistema de Neuralink y otras empresas se agiliza, quizá en el futuro todos los que quieran podrán jugar sin necesidad de usar un ratón. Incluso puede que haya que reformular la regla sagrada: «Pieza pensada, pieza jugada», podría ser el nuevo enunciado.
«Ya ha cambiado mi vida», dice Arbaugh, que vive paralizado de cuello para abajo desde que hace ocho años sufrió un accidente mientras buceaba. Después de recibir el implante, necesitó varios días de entrenamiento, como Luke Skywalker en ‘La guerra de las galaxias’. Una cosa es tener un nuevo poder y otra aprender a manejarlo. Su dominio le permite ya jugar al ajedrez, pero su vida se verá enriquecida de una manera inimaginable, dentro de las evidentes limitaciones físicas.
Reacciones al implante de Neuralink
En el mundo del ajedrez, la noticia ha sido recibida con alegría, asombro y puede que un poco de preocupación. ¿Qué ocurrirá con nuestro juego favorito? Si ya hay que escanear a los jugadores incluso en un torneo abierto con pocos premios, ¿cuáles serán las normas para los ajedrecistas con un implante cerebral?
El más bromista, como siempre, ha sido Anish Giri, quien espera que ahora Arbaugh pueda hacer concursos de problemas, en los que la velocidad es clave para ganar. Herminio Herráiz celebraba otro dato: «¡Qué emocionantes son los avances científicos! Ahora ya «nadie se libra» del ajedrez». Michael Rahal destaca el lado científico: «¡Cuando tu mente lo controla todo!». Desde los tapetes, Daniel Negreanu se muestra igual de asombrado: «El futuro viene rápido. Esto es salvaje».
Ya habrá tiempo de comentar hasta qué punto un avance así puede cambiar las reglas de verdad.
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