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El gran maestro barcelonés reabre el debate con un hilo publicado a raíz de un viejo artículo en ‘Peón de Rey’
Debería ser posible nadar a contracorriente y exponer prácticamente cualquier idea, equivocada o no, argumentar sin más riesgo que ser refutado. Miguel Illescas, con una mente brillante y un historial impecable, se ha atrevido a cuestionar estos principios y ya veremos cómo acaba la cosa. De momento ya le han llamado tránsfobo, sexista, y le han acusado de estar «lleno de odio».
Todo empezó hace muchos meses, en el número 150 de la revista ‘Peón de Rey’, publicación que ya va por el 166. Illescas, ocho veces campeón de España, ha recordado en un hilo las conclusiones de aquel artículo, en el que trataba de explicar, con mayor o menor acierto y con un enfoque matemático, la diferencia de nivel entre hombres y mujeres en ajedrez. No hace falta recordar que es un deporte en el que, aparentemente, no debería haber diferencias de género.
Lo que sigue, son citas del hilo del gran maestro:
«Tendemos a creer que los hombres juegan al ajedrez mejor que las mujeres porque hay más hombres jugando, pero el Elo medio de los hombres es 200 puntos mayor. La pregunta es: ¿por qué? ¿Razones culturales, sociológicas o biológicas? ¡Deberíamos apoyar mucho más el ajedrez femenino!», dice a modo de introducción.
«Aclaremos este tema de una vez por todas: en ajedrez los hombres tienen ventaja sobre las mujeres. No lo digo yo, lo dicen las matemáticas (adjunto análisis publicado en el nº 150 de ‘Peón de Rey’. Y abro hilo explicando las posibles razones lo mejor que pueda».
«1. El ajedrez no es solo un juego mental. Es una competición a vida o muerte. Los niños y los hombres son generalmente más competitivos, lo cual no es necesariamente siempre una virtud. ¡Ojalá el mundo estuviera gobernado por mujeres!».
«2. Los hombres no damos a luz. El embarazo, el parto y la maternidad son un grave hándicap en la carrera deportiva de cualquier mujer. Las políticas feministas deberían ir orientadas también a favorecer de forma muy decidida a las mujeres que deciden ser madres».
«3. Los hombres no tenemos la regla. Conozco a muchas mujeres, incluida la mía, que han tenido la mala suerte de tener una partida importante en uno de esos días malos. Encontrarse en estado óptimo es clave para un buen rendimiento profesional en ajedrez».
«4. La condición física sí es importante. El cerebro es el órgano que más energía consume y la resistencia física juega un papel clave en pruebas de alto nivel, cuando las partidas se alargan por horas y los torneos por semanas. No es decisivo, pero todo suma».
«5. Las mujeres profesionales de alto nivel que quieren ganarse la vida han de jugar torneos femeninos, donde pueden optar a premios importantes. El enfrentarse a menudo entre ellas podría frenar su desarrollo. ¿Sería mejor que compitieran en torneos mixtos, con premios femeninos?».
Como colofón, Illescas deja otro comentario que seguramente ha terminado de incendiar las redes, como suele decirse cuando hay ganas de exagerar: «Del análisis matemático se deduce que una mujer trans, siendo un hombre biológico, podría tener ventaja jugando torneos femeninos, por las razones expuestas. Por ello, comprendo la decisión de la FIDE de restringir su participación».
Muchos lectores recordarán que dicha decisión causó también no poca polémica, que seguirá abierta hasta que se resuelve el asunto, si acaso es posible.
Respuesta de Yosha Iglesias
Dada la amplia difusión de las palabras de Miguel en X (antes Twitter), no han tardado en llegar las respuestas, muchas a favor, muchas también en contra y unas pocas dirigidas a la yugular, como por otro lado cabía esperar. Destaca por su relevancia la de Yosha Iglesias, que escribe lo siguiente: «Uno de los jugadores españoles más influyentes de todos los tiempos acaba de soltar casualmente un artículo sexista y transfóbico, basado en matemáticas de mierda de sexto de primaria. Dice que las matemáticas demuestran que las mujeres son biológicamente inferiores a los hombres y que, por lo tanto, la FIDE tiene razón al prohibir las mujeres trans…».
Illescas replica que no le han entendido bien: «¡No estoy llegando a esa conclusión! Intento comprender la diferencia de 200 puntos de elo entre hombres y mujeres, y también entre niños y niñas. Deberíamos hacer las estadísticas por países, para comprobar si la discriminación de las mujeres es la razón principal de la diferencia, y hacer un esfuerzo adicional para apoyar a las mujeres en el ajedrez».
Iglesias prosigue con sus tesis, esta vez con más argumentos: «Tengo fama de ser una mierda en estadística, pero hasta yo entiendo que es más probable que aparezcan valores extremos en una muestra grande que en una pequeña. Pero Miguel no entiende esto. Piensa que como hay un 10% de mujeres jugando, deberíamos ver un 10% de mujeres en la cima». Y más: «La ciencia ha demostrado que la diferencia entre hombres y mujeres es básicamente la que cabría esperar teniendo en cuenta el menor número de mujeres que juegan. Pero ¿por qué utilizar la ciencia real cuando puedes disfrazar tus prejuicios de ciencia?».
También saca sus propias conclusiones sobre el autor, que de nuevo alejan la discusión del camino correcto: «Este artículo lleno de odio y falsa ciencia hará tanto daño que estoy más allá de la exasperación. Probablemente le llevó unas horas escribir esta basura, pero harán falta meses de esfuerzo colectivo para reparar el daño, si es que eso es posible…».
La española Patricia Llaneza abunda en la misma teoría, pero con mejores palabras: «Sí, la gente se centraba en las estadísticas sesgadas, pero la conclusión era lo peor. Retorcer las cifras no es nada nuevo… Además, se ‘olvidó’ de tener en cuenta los factores socioculturales. Todo es competitividad, periodos y resistencia. Es decir, el destino. ¡El ajedrez no es para mí!».
Miguel Illescas aún hace un intento más: «Es curioso que hay gente que lee esto y deduce que yo defiendo la superioridad de los hombres sobre las mujeres en ajedrez. No es cierto. Observo un dato y trato de explicarlo. Pero el dato está ahí, por mucho que a algunos les ofenda. Busquemos soluciones».
Seguiremos informando…
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