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Andrey Filatov, presidente de la federación rusa de ajedrez, ya ha firmado el primer acuerdo con Andrey Esipenko, a diez años vista
Es un hecho que Rusia sufre una sangría de talento, no solo en el mundo del ajedrez, acentuada desde que empezó la guerra de ucrania. Las selecciones de media Europa se han beneficiado de la salida de sus jugadores, algunos tan destacados como Nikita Vitiugov, número 30 del mundo (2711 puntos Elo), que ya figura como británico en la página de la FIDE. A España llegó Maksim Chigaev (2616), que acaba de conseguir la medalla de bronce en el Campeonato de España.
Según informa el periodista Juanjo Prego, ya son 4.400 personas las que han renunciado a la ciudadanía rusa en 2023, la mayor cifra de los últimos años. El sitio de noticias Xolod añade que en los dos últimos años, más de 200 deportistas han abandonado el país, la mayoría de ellos ajedrecistas, por delante de gimnastas rítmicas y tenistas. Y se sospecha que pueden ser muchos más casos, que no se conocen porque no son famosos. El responsable del Comité Olímpico Ruso, Stanislav Pozdnyakov, ha llegado a protestar por la actitud de algunos países, que según él tratan de aprovechar la coyuntura para atraer a los deportistas rusos. El propio Vladimir Putin se ha quejado de prácticas similares con las estrellas del hockey.
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El primer paso para atajar un problema es reconocerlo y Andrey Filatov, presidente de la Federación Rusa de Ajedrez, ha anunciado el plan con el que pretenden taponar el boquete. Su idea es firmar contratos de 10 años con desacatados jugadores jóvenes, para evitar que abandonen el país. El primero en aceptar ha sido Andrey Esipenko, de 21 años, número 53 del mundo con 2683 puntos Elo. Su inclusión en el programa sorprende un poco, porque fue uno de los más de 40 ajedrecistas que pidieron a Putin que parara la guerra de Ucrania.
«La Federación ayuda a avanzar a los jugadores y a atraer patrocinadores y entrenadores. Hacemos todo lo posible para que un ajedrecista ruso con talento pueda maximizarlo. Si después decide cambiar de país, tendrá que devolver todo el dinero invertido en su desarrollo y promoción», explicó Filatov a la agencia de noticias Tass.
La crisis es mayor desde que la Federación Rusa de Ajedrez cambió la Unión Europea de Ajedrez por la Federación Asiática. La FIDE cambió entonces sus normas para permitir que los ajedrecistas rusos puedan cambiar de bandera sin pagar las correspondientes tasas.
El ajedrez ruso ya no es lo que era, sin embargo. En la lista de la FIDE, solo hay tres ajedrecistas de aquel país entre los veinte mejores del mundo, Ian Nepomniachtchi (sexto), Andrey Karjakin (12) y Alexander Grischuk (19). En mujeres es peor, ya que solo están en el top 20 Kateryna Lagno (sexta) y Polina Shuvalova (12).
Y el futuro parece desalentador, sobre todo si tenemos en cuenta la magnitud de la cantera rusa en décadas pasadas. Entre los mejores juveniles del planeta, el único ruso es Volodar Murzin, nacido en 2006, con 2633 puntos y en el puesto 13. Entre las chicas, solo aparece Anna Zhurova, 19 del mundo de menores de 20, nacida en 2005 y con 2288 puntos Elo. Quizá progresen a toda velocidad a partir de ahora, pero no están entre las mayores promesas del ajedrez mundial, desde luego.
En la imagen de arriba, Andrey Filatov, presidente de la Federación Rusa. Foto: Ruchess.ru