Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 51 segundos
¿Es más difícil jugar al ajedrez sin piezas o sin tablero? ¿O sin nada? Medio en broma, medio en serio, explicamos las distintas posibilidades. Te animo a que envíes tu respuesta y a que sigas leyendo hasta disfrutar el último vídeo.
Me permitiréis que hoy enlace tres ideas inconexas, o quizá no tanto, alejadas de la actualidad e incapaces de despertar la menor polémica. Se trata de decidir si es más complicado jugar al ajedrez sin piezas, sin tablero o sin ninguna de las dos cosas. En este juego casi todo es posible.
Hace poco contaba por aquí la gesta de Daniel Pulvett, ajedrecista ciego que acaba de ganar la medalla de plata en el Campeonato del Mundo para personas Discapacitadas. El maestro internacional español de origen venezolano retiene los movimientos y las posiciones en la cabeza, orquesta sus planes de memoria y los ejecuta como quien pinta en el aire. Él asegura que su problema de visión le ayuda a ver mejor las combinaciones, como intentaba enseñar Ben Kingsley a Max Pomeranc en la maravillosa película ‘En busca de Bobby Fischer’. Y esto me recuerda que tenemos que hablar de cine más a menudo.
Fundido al tuit de Olga Alexandrova en el que comparte una foto con Miguel Illescas. Les faltan las piezas, pero el fondo marino es envidiable. O igual están haciendo manitas, aunque ella habla de jugar al ajedrez sin piezas.
La pregunta era una excusa, porque ambos son grandes maestros y están más que capacitados para jugar a la ciega, otro asunto sobre el que también habrá que volver.
Curiosamente, casi en paralelo la FIDE publicaba otro tuit en el que vemos a R Praggnanandhaa y Jan-Krzysztof Duda jugando en una mesa con las piezas y el reloj reglamentarios, pero sin tablero. No sé si es más difícil que lo anterior, porque esto no lo he intentado nunca, pero como mínimo es más original.
Los comercios que venden material deberían empezar a preocuparse por si cunden estos dos ejemplos, alentados precisamente por personas que también se dedican a ello. Olga y Miguel pueden presumir de lo chula que es la tienda de Ajedrez21, aunque igual a partir de ahora la gente se ahorra la caja con las piezas (podría poner trebejos y repetirme menos, pero es demasiado cursi y esto ya…).
Y no os creáis que con esto lo habéis visto todo, sobre todo los que juegan a la ciega. La siguiente demostración me parece la mejor de todas y, desde luego, la más difícil de seguir, salvo para dos monstruos como Alexander Grischuk e Hikaru Nakamura.
En el vídeo de abajo, cortesía de Anish Giri, que lo acaba de recuperar sin ningún motivo especial, podemos escuchar a Michael Rahal preguntar a Grischuk si podría haber apretado más en su partida. El ruso, que tiene una cabeza prodigiosa, empieza a enumerar variantes durante dos minutos eternos, como quien recuerda el nombre de todos sus sobrinos.
Lo hace a tal velocidad que solo Nakamura (su cara es casi lo mejor) parece capaz de seguirlo, aunque daremos al bueno de Rahal el beneficio de la duda. Entre los lectores sin títulos homologados de GM y MI dudo que haya muchos capaces de comprenderlo todo a la primera.