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El gran maestro estadounidense de origen cubano se retira del Sunway Chess de Sitges
Es una gran decepción para los aficionados, sobre todo para los de habla hispana. Leinier Domínguez anunció ayer que abandona el torneo Sunway Chess Festival. El gran maestro estadounidense de origen cubano se rinde en la recta final de la carrera por conseguir una de las dos plazas todavía en disputa del torneo de Candidatos.
La FIDE, con una discutible aclaración de última hora, lo había empujado a hacer el esfuerzo, pero después de varias rondas en Sitges, Domínguez ha visto la verdadera magnitud del reto: «Arriesgo demasiado», aseguró en un vídeo en el que aparece junto con Oskar Stöber, director y creador del festival. Hay otro vídeo en inglés, para quien prefiera escucharlo en ese idioma.
De fondo, confluyen dos circunstancias polémicas: la forma en que se alteraron las reglas a última hora, aunque la Federación Internacional dice que solo las aclaró, y las imperfecciones del sistema Elo, que como saben los lectores hará algunos importantes retoques en enero. Y ni siquiera este punto está claro, porque la FIDE todavía no ha informado sobre el resultado de la votación, que en teoría tuvo lugar el día 14 de diciembre.
Wesley So, que ahora tiene el camino despejado para ser el séptimo hombre en el Candidatos, expresaba su solidaridad con su compatriota y criticaba las miserias del sistema: «Como amigo y colega de Leinier quiero animarlo y apoyarlo. Es un verdadero caballero, un gran jugador y uno de los mejores del mundo. Ganar 0,1 puntos por una victoria y perder 4,2 por un empate es una locura. Le deseo lo mejor y que vuelva más fuerte que nunca».
El GM Jacob Aagaard lo explica así: «La verdad es que estoy un poco disgustado con la retirada de Domínguez de Sitges. Empezó el torneo y debería terminarlo, pero también muestra la situación en la que nos encontramos. Los abiertos no son nada atractivos para los jugadores que juegan los torneos más importantes. Simplemente es demasiado arriesgado participar en ellos. No estoy molesto con Domínguez, estoy molesto con el sistema».
Pero demos la palabra a Leinier Domínguez, quien explica las motivaciones de su abandono sin echar balones fuera. Siempre educado, el ajedrecista da las gracias a la organización del torneo y no se mete en ningún jaleo.
«La razón principal es que, después de analizar un poco, creo que ha llegado un punto en el torneo donde el riesgo para mí es demasiado grande y el potencial beneficio muy pequeño o muy difícil de lograr», explica. «En concreto, era difícil lograr el objetivo con el que venía, que era poder ganar los puntos de Elo y clasificarme para el Candidatos».
Leinier Domínguez: «Hay otros torneos»
Domínguez es muy autocrítico, como buen ajedrecista: «Pienso que desafortunadamente no he estado a mi máximo nivel, no me he sentido del todo bien desde el punto de vista de la salud. Lo más sabio es tener una visión un poco más objetiva. El Candidatos es un torneo en el que a todos nos gustaría estar y es la razón por la que vine acá, pero hay muchos otros torneos el año que viene y el resto de la vida. Ahora lo más sabio es tratar de recuperarme física y emocionalmente, porque ha sido un final de año un poco duro para mí».
El jugador nacido en Cuba hace 40 años también agradece el apoyo recibido: «Me da un poco de pena con tanta gente que sé que me está siguiendo y que me apoyaba y estaba pendiente de mi actuación y me deseaban de todo corazón lo mejor y la clasificación. Quiero mandar un agradecimiento a todos por seguirme, por animarme. Que sepan que siempre tienen una influencia positiva».
«No tengo nada que arrepentirme tampoco», añade el ajedrecista. «Intenté lo que pude, traté de hacerlo lo mejor posible y no salieron las cosas. A veces es así el deporte, es así la vida y uno tiene que pasar página y aceptarlo y seguir adelante, que es lo que voy a intentar hacer».
«Me sabe un poco mal»
Leinier Domínguez también agradece a Stöber su hospitalidad y cuenta que su última ‘jugada’ no tiene precedentes: «No recuerdo haber hecho esto en mi vida. Desde que tenía siete años y empecé a jugar al ajedrez, siempre termino los torneos donde empiezo. Por eso me sabe un poco mal, pero también hay que decir que yo venía con un objetivo muy específico y si no se cumple ese objetivo no hay otra razón por la que jugar el torneo».
«No se dieron las cosas como esperaba y me parece que tengo que ser objetivo y tomar la mejor decisión ahora para mí, tanto por el ajedrez como física y mentalmente. Siento que necesito descansar. Así que por supuesto que no fue fácil, pero creo que es la decisión correcta», agrega Leinier, quien además espera un hijo que está previsto que nazca a primeros de abril, cuando empezará el torneo de Candidatos, en Toronto.
«Vine a darlo todo por clasificar. Pensé que tenía buenos ‘chances’. Sabía que era un torneo difícil. En realidad, objetivamente, quizás los chances eran bajos, pero no sabía bien. No me importaba mucho si eran pocos o si eran bajos o altos. Vine a tratar de jugar mi mejor ajedrez con toda la concentración y fue lo que intenté. Por momentos quizás no estuve todo fino. Los resultados son los que son en el deporte. Esta vez no salió como yo quería».
Tres victorias y dos tablas
Hay que decir que, pese a sus palabras, Domínguez lo estaba haciendo bien en Sitges. Llevaba tres victorias y dos tablas, pese a lo cual había bajado casi cinco puntos. Le penalizaba demasiado jugar contra rivales con muy poco Elo. Esta es una de las razones por las que las estrellas tienen demasiado que perder en los torneos abiertos y prefieren esquivarlos.
Leinier Domínguez es ahora séptimo del mundo, con 2751 puntos Elo, a seis de Wesley So. Desde la caída de Paco Vallejo, es el único ajedrecista de habla hispana con más de 2700.
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