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Josh & Archie, que tienen un millón y medio de suscriptores, derrotan al gran maestro británico Daniel Fernandez
No es una noticia de El Mundo Today y no vamos a recordar otra vez todo el escándalo protagonizado, voluntaria o involuntariamente, por Hans Niemann y Magnus Carlsen. Tampoco hacía falta demostrar que es posible hacer trampas en ajedrez con un juguete sexual teledirigido. Dos youtubers británicos, Josh y Archie, lo han comprobado con ayuda del programa Stockfish, un sencillo código para comunicarse y un gran maestro como víctima y cobaya, en este caso Daniel Howard Fernández.
Los youtubers, que rozan el millón y medio de suscriptores y hacen unos vídeos de buena calidad técnica, conocieron la polémica y tuvieron la idea de recrear el escenario. ¿Hasta qué punto sería fácil vencer a un gran maestro con ayuda de un juguete sexual?, se preguntaban. Incluso crearon una productora, Smash Media, para hacer el programa ‘Experto de tres meses’. El vídeo completo se puede ver aquí mismo:
Josh y Archie se promocionan como dos creadores de contenido que se dedican a «responder preguntas que tú no sabías que te hacías». Lo primero fue localizar a Daniel Fernández, nacido en Gran Bretaña pero que también ha jugado para Singapur. Es un gran maestro poco conocido, de 2533 puntos Elo, de fuerza suficiente para el experimento.
«¿Será seguro?»
También tuvieron que elegir el dispositivo y pedirlo por internet. Archie fue el encargado de probarlo. Solo le preocupaba una cosa: si la partida duraba más de una hora, ¿sería seguro?. «Porque la próstata es bastante importante», asegura. «¿Estamos asegurados», llega a preguntarse.
Archie, que desvela que también es mago profesional, dice que recurrirá a un sistema, bastante sencillo, que usan los ilusionistas en algunos trucos. La ventaja, respecto al código morse, es bueno hay que distinguir entre vibraciones cortas y largas. Los problemas empiezan cuando prueba el juguete y, al principio, no puede parar de gritar. Incluso duda que pueda sentarse. «Es lo más estúpido que hemos hecho», confiesa. Poco a poco, los dos youtubers aprenden a usar el sistema de comunicación sin que sea demasiado obvio para el rival, hasta que están preparados para la gran partida.
Para sorpresa de Josh, que envía los movimientos de la máquina, los primeros instantes de la partida resultan igualados. Él no se esperaba que Fernandez también juegue como una máquina, pero por algo es gran maestro. La fuerza de Stockfish es insuperable, sin embargo, y Archie empieza a superarlo poco a poco, hasta que acaba dando jaque mate. Prueba superada. Solo entonces le dicen al GM que estaba jugando contra un programa.
La resolución no tiene demasiada gracia, en parte por la reacción fría del ajedrecista, que solo se preguntaban por qué no estaban grabando también sus impresiones después de darle semejante paliza. Archie y Fernandez acaban jugando otra partida, esta vez sin trampas, en la que el aficionado es convenientemente destrozado.